viernes, 28 de octubre de 2011

La nueva Cenicienta

Tita, ¿me cuentas el cuento de la Cenicienta?
Uy, ese era mi favorito. Trae el cuento. Siéntate.
Empieza, tita. 
Voy.
Venga. 

Érase una vez, en un reino muy muy muy muy lejano...
No tita, asín no é.
Ah, no?
No, es la casa de la Cenichienta.
Ah, vale. 
Érase una vez, en la casa de la Cenicienta, que..
Esta es su madrastra y estas son sus hermanas -dice señalando el cuento mi sobrina de dos años y medio. 
La Cenicienta vivía en un castillo con...
Era una casa y no tenía papá, y vivía un gato y muchos ratones.
Érase una vez una chica muy guapa llamada Cenicienta, que no tenía papá, y que vivía en una casa con un gato, muchos ratones, una madrastra y dos hermanastras.
No, tita, una madrastra muy mala y dos hermanas muy feas, que le rompieron el vestido. Cuéntamelo bien.
Las hermanastras se llamaban Griselda y Aurora.

No, asín no é... ¡mamááaáá, la tita no se sabe el cuento de la Cenicienta!
Espera, espera, que sí me lo sé, si era mi cuento favorito. Entonces, las hermanastras cómo se llamaban?
Eran sus hermanas feas y malas y se llamaban hermana fea y mala y hermana fea y mala.
Aaaaaaaah, vale, vale. Y los ratoncitos se llaman Gus y Jack, ¿no?
Sí, y ¿cómo se llama el gato?
Ahí me has pillado. No sé. 
Pues gato. Empieza tita, pero ahora ya bien.
A ver, recapitulemos, Cenicienta vivía en una casa con una madrastra y dos hermanas muy feas y muy malas, con muchos ratones, dos de ellos llamados Gus y Jack, y con un gato llamado gato.
Sí, muy bien. Así, sí.
Y Cenicienta era muy pobre, y no la querían, y tenía que fregar el suelo todos los días.
Con una fregona.
Con una fregona. Y un día llegó al castillo un hombre de palacio para invitarlas a una fiesta. 
(La niña frunce las cejas, me arranca el cuento de las manos y lo mira desconfiada)
No, tita, es un conde que viene del castillo del Príncipe para contarles que hay un baile y que tienen que ir muy guapas.
Vale. Entonces Cenicienta se pone muy contenta y se va corriendo a su cuarto a buscar un vestido que tenía guardado en un baúl, que era de su mamá. 
Cenicienta duerme en una torre, y hay que subir muuuuuchas escaleras, muchas, muchas, muchas, muchas, muchas y allí están todos los ratones, y las ratitas, y los pajaritos. Y el vestido no era de su mamá, era un vestido que estaba roto y lo guardaba en un caja grande. Y tenía un parche aquí, (se señala la falda)
Ajá. ¿Y qué pasó?
Que el vestido era rosa, y estaba viejo y la Cenicienta se puso muy triste y entonces las ratitas cogen una aguja y lo cosen. Ahora tienes que cantar la canción. 
¿La de los ratones?
Síííí´. Cenicienta, Cenicienta.. sigue tú.
Pronto, pronto Cenicienta, te haremos un vestido, la, la, la, y tan precioso....
Ayyyy, no te la sabes...
Total, que los ratones le arreglan el vestido a Cenicienta y ella se pone muyyyy contenta y cuando la madrastra y las hermanas feas y malas le dicen que se van a la fiesta y que ella no puede ir porque no tiene vestido, ella dice que sí tiene uno, y se pone el vestido rosa y está muy guapa, muy guapa, muy guapa.
No tanto, tita, que todavía no ha salido el Hada Madrina.
Uy, perdón, sólo estaba un poquito guapa.
Sí, y de rosa.
Y entonces, la pusieron a limpiar y a fregar.
No, ya había limpiado y fregado, le rompieron el vestido para que no fuera. Y la Cenicienta se puso muy triste y lloró y se fue al jardín y vino el Hada Madrina.
Que tenía una varita mágica.
Pero no la encontraba y luego ya sí.

¿Y qué pasó?
Que le hizo un vestido celeste muy bonito, muy bonito, muy bonito. 
Entonces ahora sí estaba muy guapa, muy guapa, muy guapa, ¿no?
Sí, ahora sí, y con una felpa de diamantes y el vestido brilla y tiene zapatos de cristal.
Qué incómodo, ¿no?
Pero de cristal son muy bonitos.
Es verdad. Entonces el Hada Madrina, con su varita mágica, convirtió a los ratones en lacayos y caballos y a una calabaza en carroza y le dijo a Cenicienta que podía ir al baile pero que a las doces desaparecería el hechizo y todo volvería a ser como antes. 
Y el vestido celeste se convertiría en rosa otra vez, y el rosa estaba roto. Pero no has dicho las canción mágica.
¿Hay una canción mágica?
Sí, chachicomula dibidibadidibú. Cántala.
Chichicomula, baicomula, bididibadibidú.
Asínnn no é. (Cruce de brazos)
Y Cenicienta se fue en su carroza al palacio. Y cuando entró la vieron el Rey y el duque y dijeron: ooooh, qué mujer más hermosa. Y el Príncipe, que tenía una cola de chicas de la corte esperando para bailar con él, las dejó a todas y se fue para Cenicienta, le besó la mano, (así, hago el gesto con su pequeña manita), y le preguntó, ¿quieres bailar conmigo?

Y ella dijo que sí. Y las hermanas fea y mala tenían mucho coraje.
Eso. Y El Príncipe y Cenicienta bailaron y bailaron y bailaron sin parar, y luego salieron al jardín, y miraron la Luna, y charalaron en un puente de plata sobre el río...
Te lo estás inventando, tita.
No, mira los dibujos, es así. Y la madrastra y las hermanas fea y mala sospechaban que era ella, y la espiaban detrás de las ventanas y entonces, sonó el reloj. Ding, Ding, Ding, Ding.
¿Ese es el reloj que tú tienes en la pared?
Sí, el Big Ben.
¿Y qué pasó?
Pues que eran las doce y Cenicienta tenía que irse a su casa porque el hechizo se había acabado y todo volvería a ser como antes, y el vestido celeste se estaba convirtiendo en rosa, y el pelo recogido, se le soltó y desapareció la diadema de diamantes, y ella corría por las escaleras, y el Príncipe detrás, no te vayas, no te vayas, espérate, cómo te llamas, donde vives, y Cenicienta corría, y corría, y corría, y entonces se le cayó un zapatito de cristal y el Príncipe lo cogió antes de que ella se volviera a recogerlo. Cenicienta se montó en la carroza y se fue a su casa. Y por el camino, todo se fue volviendo como antes. 
Y ya los ratones eran ratones otra vez.
Eso es. 

Y la Cenicienta estaba tiste ota vé y tenía que limpiar de rodillas y el gato le puso huellas sucias por toda la casa y ella tenía que limpiarlo con la fregona. 
Y la madrastra y las hermanas volvieron a la casa, y todo siguió como antes hasta que llegó un aviso de que el Rey y el Duque y el Príncipe pasarían por todas las casas para probarle el zapato de cristal a todas las muchachas del Reino. El Príncipe se casaría con la dueña del zapatito de cristal. Cuando llegó a casa de Cenicienta, preguntó cuántas jovencitas había en la casa. ¿Cuántas había?
Muchas.
Tres.
No, tres no, "guan", "tu", "zri", "for", "fai".
La Cenicienta, y las hermanas fea y mala. Tres. On,two,three.
Sí, pero las hermanas tenían los pies muy grandes y muy feos y tenían muchos dedos, y la Cenicienta tenía los pies chiquititos y muy bonitos, y muy limpios.
Claro, porque Cenicienta se baña todos los diás, ¿a que sí?
Y yo también.
Y tú también. 
Total, que el zapatito no le estaba bien a las hermanas malas y feas. 
Porque era de Cenicienta.
Claro, y cuando el Príncipe se lo probó y vio que era el suyo, le dijo: ¡eres tú! ¿Y qué le dijo ella?
Me llamo Cenicienta, Príncipe.
(Risas)
¿Y qué le dijo el Príncipe?
Pues cásate conmigo, Cenicienta. 
Pues eso. Y fueron felices y comieron perdices. ¿Te ha gustado?
Sí. Otra vez, tita.
¿Otra vez?
Sí, pero ahora bien y con todas las canciones. 


I.M.G.

A mi sobrina Sonia, de 2 años y medio.

domingo, 23 de octubre de 2011

Viaje a Italia (Agosto 2011) 6ª y última Parte : La Toscana

A escasos días de marcharme a Edimburgo, quiero dejar unas impresiones sobre la Toscana, de mi último viaje a Italia de este verano. Debería dedicarle al menos 3 entradas a esta parte, una para Siena, otra para mi viaje en coche por la Toscana y los pueblos y villas que visité, y otra a Florencia y Pisa, sin embargo, lejos de lo que acostumbro a hacer, voy a dar breves pinceladas de lo que supuso para mí esta parte mi viaje. La Toscana no se puede contar, hay que vivirla, sin duda.

1. SIENA. 

Plaza Salimbeni
Llegamos a Siena de noche. Así que la primera impresión que tuve de la ciudad fue nocturna. Creo que a día de hoy no me ha impactado tanto una ciudad nada más pisarla. Entrar en Siena fue como retroceder en el tiempo y entrar directamente en la época medieval. Recuerdo que frente a esta plaza, oyendo a dos músicos tocar el acordeón, las lágrimas luchaban por no salir, mi boca exclamaba un oh y sólo podía pensar que en esos momentos no podía haber un lugar más hermoso que aquel y que yo estaba allí mismo, pisándolo, viviéndolo. Me sentí afortunada. Siena es un sueño. Un sueño medieval. 
Catedral de Siena
El centro de Siena es básicamente peatonal, y en las fechas en las que estuve, en agosto, todo estaba listo para El Palio, (fiesta folklórica, espectacular y en la que destaca la audacia de los jockeys. Para los sieneses es símbolo de la libertad, la potencia y la grandeza republicana de Siena),  en la Piazza  de Il Campo y barrios de alrededor. Yo me declaro afín a "la hermandad de la Oca". Lo más recomendable es perderse por sus laberínticas calles, sin tirar de plano. Siena es una de las ciudades más seguras del mundo, así que perderse en ella resulta incluso acogedor. Yo pasé tres días en Siena, alojada en Villa Liberty, un hotel con encanto, en una habitación abuhardillada, con pocos inquilinos y mucho silencio, con unas vistas espectaculares al centro y un personal encantador. Tuve la suerte de pillar una especie de Noche en blanco en la ciudad, por lo que pude visitar algunos edificios emblemáticos, con visita guiada en italiano, y copa de vino Chianti, por la noche, después de cenar en cualquiera de los magníficos restaurantes que rodean la Piazza del Campo, y saborear un exquisito helado de tres bolas: frutas del bosque, chocolate negro, piña colada. Sin duda, la perla de Siena es su catedral blanca. Mi primo Manue ya me habló de ella hacía años, de su majestuosidad, de su grandeza, de cómo te golpea en el pecho y te deja sin palabras. Si espectacular es por fuera, sólo hay que entrar dentro para seguir disfrutando de esta maravilla construida hace más de 7 siglos. El pavimento de la catedral se subdivide en 56 recuadros con escenas sagradas, pintadas por 40 artistas que trabajaron en ellas durante casi 200 años. Los recuadros más importantes sólo se exponen al público del 15 de agosto al 15 de septiembre de cada año. Merece la pena visitarla en estas fechas, a pesar de la afluencia masiva de turistas. 
Vista de la Piazza del Campo
La Piazza del Campo es la plaza grande de Siena, y se halla en el lugar donde se unen las tres colinas sobre las que se extiende la ciudad, que ahí forman una planicie. Posee el mismo aspecto que se le confirió en los siglos XII y XIII. Está rodeada de antiguos palacios. 
Tuve la suerte no sólo de perderme por las calles laberínticas medievales de esta hermosa ciudad, sino de poder visitar sus lugares más emblemáticos y los más turísticos, (Palacios, centro cívico y palacio público,  La torre del Mangia, la iglesia de San Fco, la de Santo Domingo  y la Casa de Santa Catalina, el palacio Chigi-Saracini, etc), así como su gastronomía. 

2. TOSCANA: 

Campo de girasoles (Toscana)
Recorrer la Toscana en coche era otro de mis sueños viajeros desde que el cine lo implantó en mi subconsciente. Las películas Clásicas o las más recientes y de corte romántico: Only you, Cartas a Julieta o Bajo el Sol de la Toscana, entre otras, han tenido mucho que ver con ello. Lo ideal, pensamos, sería recorrerla en un Fiat Seicento, a ser posible rojo y descapotable. Cuando llegamos a la agencia Hertz, nos dieron un Lancia Ypsilon de 5 puertas, en gris plata. No era lo mismo, nos conformamos, pero cuando terminamos nuestro viaje en coche por la Toscana, puedo aseguraros que no cambiaríamos este coche por ningún otro para hacerlo. Fue un gran compañero de viaje. El mejor. Salimos de Siena temprano, y hora y media más tarde, seguíamos danzando con el coche, alrededor de la misma. No es cierto ese dicho que todos los caminos llevan a Roma, debería ser todos los caminos llegan o salen de Siena. Costó trabajo encauzar el coche hacia otro lugar, aunque llevásemos mapas. Mi copiloto era excelente, pero Siena se resistía a soltarnos. Al fin nos colamos por un camino secundario, a las afueras de la autovía que lleva hasta Florencia, y comenzamos a recorrer villas rodeadas de una de mis flores favoritas: Girasoles. A lo lejos, los campos verdes, los campos de uvas, los cipreses. Como en cualquiera de estas películas, avanzábamos por los caminos, cantando a voz en grito, los cd´s que previamente habíamos grabado para la ocasión. El sol de agosto hacía el resto para que el viaje fuera una secuencia de postales maravillosas y únicas. Destacaré los principales pueblos, aparte de las villas y alguna que otra bodega, que visitamos por el camino: 

2.1. San Gimignano: (La Manhattan de La Toscana)

San Gimignano
Esta pequeña ciudad situada a 30kms de Siena, es una de las más características de la Toscana, por su severo aspecto medieval, acentuado por las numerosas y altas torres y por su cerco de murallas intacto. Fue importante sobre todo en los siglos XII y XIII. Su producto típico es la Vernaccia, el mejor vino blanco tuscanés. A San Gimignano, totalmente peatonal, se debe acceder por la puerta de San Juan, recorrer la vía homónima y subir hasta el centro del pueblo. Pasado el arco de los Becci, se sale a la amplia y triangular plaza de la Cisterna, rodeada, entre otros por el Palacio Tortoli y las dos Torres de los Ardinghelli. Hay que llegar a la plaza de la Catedral, y admirar las altas torres que la flanquean. A San Gimignano hay que llegar temprano porque aparcar es una odisea. Existen 3 parkings y si eres de los últimos en llegar, te desvían al más lejano. Al centro no se puede entrar con el coche. San Gimignano es un lugar increíble. Soy de la opinión de que quien no visita San Gimignano cuando viene a la Toscana, no ha visto La Toscana de verdad. En él se encuentra además la heladería con más premios de Italia, en la misma plaza de la Cisterna. Es un lugar al que volvería sin duda. En el que pasaría tal vez todo un verano. En el que sé, se podría escribir lo que uno deseara. San Gimignano es el escenario de un cuento de hadas de los de antes. 

2.2 Poggibonsi y Catellina in Chianti

Castellina in Chianti
Etiqueta Gallo Neri de Chianti Classico
Recorrimos el camino a la inversa y volvimos a la Autovía, para proseguir nuestro camino hacia la parte de la Toscana en las que se encuentran los mejores viñedos de Italia, que crecen en las suaves colinas y valles de Chianti. Dejamos atrás Poggibonsi, una villa grande pero sin brillo, y los robledales dieron paso a amplias praderas. La carretera de la campiña nos llevó hasta  abadías apartadas y castillos elevados. La conducción era pausada, dejábamos que los coches nos adelantaran por las carreteras de doble sentido, (provinciales pero bien conservadas),  que subían hacia Castellina in Chianti a través de enormes arboledas y bosques. Castellina es un pueblo alegre, profundamente implicado en la industria vitivinícola y está lleno de bares, la mayoría de ellos muestra en su puerta la Etiqueta del vino Gallo Neri de Chianti Classico, un sello de garantía, sin lugar a dudas, para los amantes del vino de esta zona de la Toscana. La iglesia neorromana de San Salvatore en la Piazza Roma, da la bienvenida al lugar. Y además del museo archeológico del Chiante Senese, se puede disfrutar de un fascinante paseo medieval cubierto, en la Via delle Volte. (El coche también hay que dejarlo a las afueras, ya que los pueblos del valle toscano, suelen ser peatonales en todo el centro). 

2.3. Monteriggioni.

Toscana
Monteriggioni
Nuestro camino por la Toscana pretendía pasar por varios lugares, como Panzano, Villa Vignamaggio, (donde se rodó Mucho ruido y pocas nueces de Kenneth Branagn, y donde se dice que nació y pasaba los veranos Lisa Gherardini, la Mona Lisa de Vinci), Montefioralle, Radda o San Gusmé y Villa a Sesta, que era el primer lugar al que quisimos dirigirnos y que dejamos para el final, sin llegar a pisarlo. El camino hacia cada uno de esos lugares era espectacular. No está muy transitado y se puede parar en la carretera a contemplar campos de girasoles, viñedos, etc. Al final del camino llegamos, como llevadas de la mano de un ser divino de otros tiempos, a Monteriggioni, a 15 kms de Siena. Se asienta sobre una pequeña colina natural y es una ciudad medieval completamente amurallada, construida en el siglo XIII. El lugar está conservado tal cual se construyó por primera vez, apenas alguna obra realizada en el siglo XVI. Monteriggioni se considera uno de los mejores ejemplos conservados de su clase de toda Italia. Sus murallas tienen 14 torres de ase cuadrada. La plaza principal, Piazza Roma posee una iglesia románica y coronando la plaza, un pozo. A su alrededor, bares, bodegas, y bancos de madera en el que se sientan los mayores del pueblo, a observa a los turistas, que devoran las dos calles en un paseo que no dura más de quince minutos. Luego ocupan las mesas de la plaza, beben vino, o una limonada y se alejan creyéndose contemporáneos de algún personaje de leyenda. Dicen que los visitantes que llegan de noche quedan impresionados por la manera en que la ciudad parece flotar sobre el valle. 

3. FLORENCIA
Catedral de Florencia
Ponte Vecchio
David
No es la primera vez que viajo a Florencia, de hecho, volví a hospedarme en el hotel Macchiavelli, como la primera vez que pisé esta ciudad cuyos orígenes junto al Arno, se remontan a la época etrusca. Esta segunda vez volvía a creer presa del enamoramiento frente a la catedral de la misma. ¿Quién es capaz de visitar Florencia y no enamorarse de esta maravilla? Dejo muchos amores en Florencia cuando parto de nuevo a casa, entre ellos, el Ponte Vecchio y el David de Miguel Ángel, el hombre que encarna la perfección masculina, a mi entender. El Duomo de Florencia es espectacular por fuera, si bien, por dentro, no me lo parece tanto, sobre todo después de haber conocido el interior de la catedral de Siena. Las colas para acceder a la misma suelen permanecer horas rodeando la catedral, pero merece la pena entrar, y colarse también en las catacumbas, y subir a la Torre del campanario, a pesar de subir asfixiada, a pesar de que antes de llegar a la mitad quisieras volverte, a pesar de la altura, y de esa torre de Babel en la que todos jadean al quedarse sin aliento, peldaño tras peldaño. Merece la pena. El Baptisterio. El museo catedralicio. La cúpula. Comprar la entrada combinada es lo mejor, y luego relajarse, y disfrutar de la espera contemplando esa maravillosa fachada y las puertas del Paraíso que están frente a ella. El centro de Florencia es peatonal, pero cuidado, no todo. En esta segunda visita recorrí lugares que ya conocía, con un nuevo empeño, con otra edad, con unos ojos que querían verlo todo como si fuese la primera vez o con el conocimiento de disfrutarlo una segunda. Saludé al Arno como a un viejo amigo. Florencia es una ciudad en la que siempre hay españoles, en toda época del año, no se puede decir que su turismo sea estacional. Visita obligada merecen La Academia, para disfrutar de la maravillosa "desnudez" de Miguel Ángel, en su David, el Ponte Vecchio, Santa Croce, (donde se encuentran enterrados Miguel Ángel o Galileo Galilei), San Lorenzo y las Capillas mediceas, la Plaza de la Señoría, donde encontramos aparte de la fuente de Nepturno con sus tritones, una réplica del David y del rapto de las Sabinas, unos restaurantes con encanto a buenos precios, y si se escoge una fecha como aquella en que yo la visité, otra noche en blanco donde una orquesta liderada por uno de los mejores directores de Italia, amenizaba la noche florentina. El Palacio Vecchio y la Galería de los Uffizi merecen una visita. El Palacio Pitti, los jardines de Boboli, la plaza de Miguel ángel y San Miniato al Monte y sus maravillosas vistas de la ciudad, los frescos de Fra Angelico en San Marcos. Santa María Novella, junto a la estación de tren... Tomarse un capuchino. Echar una moneda al jabalí del mercado. La Luna Llena de Agosto iluminando al Arno. Los recuerdos que van y vienen y que no se dejan atrapar. Florencia. Una ciudad única, la ciudad de Buenarrotti. 

4. Pisa.

Torre de Pisa
Tampoco es la primera vez que visito Pisa. Esta vez los recuerdos se estrellan contra mí, me agarran del brazo y caminan conmigo. No hago nada por espantarlos, me apetece vivirlos de nuevo y compartirlos con mi presente, ¿Acaso no forman parte de mí y viven aquí dentro, donde algo late constantemente y lastima o levita de alegría según le da? Llegué a la estación de trenes esta vez, pequeña, sucia, pero donde se pueden dejar las maletas. En el autobús rojo, atravesamos una ciudad ñoña, fea, hasta llegar a la plaza de los Milagros. Atraviesas la muralla y ahí está. Entiendes el por qué de su nombre. La torre de Pisa sin la Catedral, sin el Baptisterio, sin el cementerio, no sería lo que es, a pesar de su delgadez, de su altura, de su desorbitada inclinación, de los turistas haciendo figuritas a sus pies. Enfrente, una hilera de puestos de merchandisings turísticos, bares, restaurantes, puestos de hot dogs. Recuerdo todo lo que me contó la guía, en inglés, la vez anterior, hace muchos años, y cómo comparé el interior de la catedral con alguna parte de la mezquita de Córdoba. ¿Sacrilegio? No, tiene su historia, sólo hay que conocerla. Recuerdo a mis amigas, ¿cuándo no? Por un instante no sé si estoy aquí y ahora, o aquí y entonces. Me vuelvo y allí están los ojos celestes de mi amiga, me sonríe, le sonrío, disfrutamos de la catedral, aquí y ahora. Me cuesta separar un momento de otro. Oigo las voces de entonces, las risas, y sonrío y me pregunto si mi sonrisa ha tenido eco en otro lado del mundo, donde están ellas, y a su vez, han sonreído sin saber por qué. He vuelto a no subir a la torre de Pisa, con  contemplarla me es suficiente. Inmensa. Impresionante. Inclinada. Todo I, como yo. Y al fin regresamos a por las maletas y cogemos un nuevo tren, con destino, esta vez al aeropuerto. 
El aeropuerto de Pisa es pequeño, caótico, ruidoso, poco recomendable, pero sus vuelos low cost son asequibles, y finalmente, puntuales. 
Se termina la aventura italiana. Agosto prosigue en la feria de Málaga, pero no quiero feria este año, por primera vez no quiero, sólo sentarme en mi sofá y pensar en Italia. Ver las fotos y recordar. Viví un sueño. Lo que os he contado y os he mostrado en estas seis entradas es sólo una pequeña muestra, nada en comparación al todo. 
Un viaje inolvidable. 
Recuerdos de Italia

Ya estoy lista para el siguiente: la ciudad de Robert Louis Stevenson, el escritor escocés que nos regaló La isla del tesoro. Edimburgo... allá voy. 

I.M.G. 



Fotografías de Isabel Merino González (Viaje a Italia - Agosto 2011)

jueves, 20 de octubre de 2011

Mecano: Mi juguete favorito cumple 30 años.

Cuando empecé a jugar con Mecano apenas tenía 8 años. Han pasado 30 años y sigue siendo mi juguete favorito. También el de Javier Adrados. 

Los tesoros de Mecano (Libro homenaje al 30 aniversario del grupo)

Conozco este proyecto desde que Javier empezó a recopilar piezas para darle forma. Yo también he puesto alguna. Mi nombre anda por ahí escondido en alguna parte del libro, y ya forma parte de la historia de Mecano. A Javier, siempre: gracias. 

En cuanto tenga El tesoro de Mecano en mis manos, volveré a comentarlo. Sin duda el 25 de Octubre será un gran día para todos los que adoramos este juguete, para los que no dejamos de jugar con él y seguimos divirtiéndonos y sintiéndonos fascinados con cada una de sus piezas. 



30 Aniversario de Mecano

Esta entrada, breve pero muy significativa, va dedicada al propio Javier Adrados, (que ya se aventuró hace unos años a publicar la Biografía autorizada de Mecano), por este recopilatorio y este homenaje, no sólo a Mecano, sino a todos los fans que los hemos seguido año tras año. Sin duda alguna, que el fan número 1 de Mecano sea quien haya realizado este fantástico trabajo, es un sello de garantía. 

Javier ha sido capaz y ha tenido la valentía de enfrentarse al sueño de su vida y cumplirlo. Una vez más le doy las gracias por seguir soñando y regalándonos sus sueños. Lo disfrutaré como si fuera mío, porque yo también lo soñé alguna vez y él lo ha hecho realidad. Gracias. 

Este sueño es compartido con mi grupo de soñadores: Javi, Jaime y Sonia Vellón. (Ellos saben. Ellos disfrutan. Ellos juegan).

A Ana, Jose y Nacho, por ser quienes fueron, quienes son, quienes serán y dejarnos jugar con ellos siempre.


I.M.G.


Feliz...

... el efecto Neuman...






Gracias, Andrés






I.M.G.


Posdata: Pronto hablaré de lo que he vivido esta tarde en el CAL. Ahora, amigos, tengo que disfrutarlo sola. Ya conocen mi debilidad por Andrés Neuman. Permítanme que con el título y la primera frase de este post, lo diga todo esta noche que, presumiblemente, pasaré en vela. 

Málaga 19 de Octubre de 2011

lunes, 17 de octubre de 2011

LA BELLA AURORA e ISASAWEIS

Recién salida de un lunes absurdo en la oficina, me dirijo a El Corte Inglés más cercano a mi trabajo. Aparco en el subterráneo, observo que hay una oficina de correos y pienso que puede serme útil para cuando tenga que enviar mi próximo relato a concurso. Subo las escaleras mecánicas y me dirijo a la sección de perfumería sin saber a ciencia cierta si es ahí adonde debo dirigirme para preguntar por La Bella Aurora. He memorizado el nombre con una reglilla: La Bella, por La Bella Durmiente, un clásico infantil que me gustaba mucho de niña y que he rescatado para mi sobrina, y Aurora, porque es el nombre de la propia heroína del cuento. 

Una muchacha, que bien podría ser de mi edad, pero que imagino es más joven, se me acerca y me pregunta si puede ayudarme. Agradezco el gesto. Busco La Bella Aurora. Dicho así, parece una contraseña secreta digna de una secuencia de espionaje. Ella asiente. Comprende. Dice: Ajá, sígame. Y entonces me acuerdo de una serie francesa que veía en la época del Instituto, llamada Alló Alló y pienso que efectivamente ella es mi contacto en la resistencia y vamos a ir a por los malos. (Es lo que tiene esto de escribir, que la imaginación se dispara a la primera de cambio). 

Nos acercamos a una estantería y allí está La Bella Aurora, desplegada en varias categorías. ¿Es para ti? pregunta, tuteándome de repente. Sí, digo. Para las manchas de la cara, decimos al unísono. Me recomienda la BIO 10 anti-manchas tratamiento de choque, de 30 ml, (sale a euro el ml, una pasada). Pregunto por La Bella Aurora que usaban las abuelas, que parece que viene metida en una cajita de jabón. Me la muestra, pero para mí y por su efectividad, que al parecer tiene resultados visibles en 6 semanas, me recomienda la BIO 10. ¿Antes o después de la Hidratante? Esto lo pregunto mientras pienso que no soy yo la que ha hecho esa pregunta. ¿Quién me ha visto y quién me ve? Las cosas cambian. La gente cambia. Yo cambio. Me dice que antes, que antes. 

Antes de dejarme en manos de la cajera, para hacer cuentas, me dice que va a regalarme unas muestras de La Bella Aurora B7 anti-manchas regenerador aclarante con chromabright, polipéptidos y ácido hialurónico. Entonces me acuerdo de la tabla periódica y no sé si tendrá que ver con eso. ¿Y para qué sirve?, pregunto. Reduce las manchas, regenera, hidrata 24h, da luminosidad, previene la aparición de nuevas manchas, SPF 15 y reduce las arrugas y las líneas de expresión, previene la pérdida de elasticidad y además repara y regenera la piel. Lo ha dicho todo de carrerilla. Digo Ah, y acepto las muestras como si me hubiera regalado el elixir de la fuente de la juventud o las coordenadas para encontrarla. 

Yo es que soy un desastre con estas cosas, sólo quiero reducir las manchas de la cara que me ha dejado el sol. Se me han acumulado con los años y ahora se han acentuado. Ella asiente, comprendiendo.

Voy a pagar. La chica se despide y me atiende una señora que bien podría rondar los cincuenta y muchos o los sesenta y pocos. Rubia. Pelo de erizo. Corto. Ojos pintados en azul. Sonrisa abierta. Magnética. Así que te llevas La Bella Aurora, dice sin dejar de sonreír. Sí, digo. Es fantástica, me comenta. Ya en tiempos de mi abuela existía. Sí, eso me han dicho. Firma aquí. (Firmo). Gracias. Uy, dice, te ha salido un ticket de descuento de 4,75€. Cómprate una barrita de labios o algo, chiquilla. 

No me hace falta ninguna barra de labios, tengo la colección de Essence en casa, y alguna que otra barra que compré en Berlín, pero unos polvos compactos no me vendrían mal. Me pongo a fisgonear por la sección de Rimmel, de Maybelline, de L´Oreal, de Margaret Astor... y entonces me encuentro con la Rubia de nuevo. ¿Te puedo ayudar? Bueno, digo, buscaba unos polvos compactos para mi tipo de piel, que no fuera muy caro. Entonces avisa a la compañera que me atendió al principio y entre ambas empiezan a buscar cuáles son los más ideales para mi tipo de piel, entre tanto me preguntan que por qué no me pinto. Soy un desastre, insisto, y trabajo muchas horas en una oficina, me arreglo lo básico, ya luego el fin de semana, me pinto algo más. ¿Y a qué te dedicas? Paso muchas horas delante de un ordenador. Uy, eso quema mucho la vista. ¿Cuántas horas? Catorce más o menos al día. Las dos se quedan muertas: ¡¿Catorce?! ¿Dónde trabajas, chiquilla? Bueno, digo, 9 horas con temas contables y el resto en casa. ¿Eres Economista? Bueno, sí. Anda, entonces conocerás a mi marido, dice la mujer. No sé, no lo creo. Sí, sí, sí, sí, seguro que sí, mi marido es "el bigotes". No me suena de nada. Sí, chiquilla, del bar de Económicas. Uy, hace años que terminé la carrera, lo menos en el 98. Si mi marido lleva allí 25 años, claro que lo conoces. No lo recuerdo, no iba yo mucho por el bar. Pues el bigotes, ese es mi marido, del bar de Económicas. 

Al fin encontramos unos polvos compactos que me vienen bien. Me dicen cómo tengo que ponérmelos para que me queden bonitos. Les doy las gracias. Y les digo que yo me doy un par de brochazos por la mañana y así voy, "parcheá".

¿Y qué haces en casa las otras horas con el ordenador? Escribir. ¿Escribes? ¿Y qué escribes? Mira tú, que es escritora, le dice la una a la otra. Y sin dejarme explicar la más jovencita me dice: Yo es que admiro mucho a la gente con intelecto. ¿Y eso cómo te viene? Para eso hay que tener mucha imaginación, ¿no? Sí, bueno, acierto a decir. ¿Y cómo se hace eso? Pues hay que leer mucho, y dedicarle mucho tiempo. Pero con eso se nace, ¿verdad? Seguro que escribes desde chica. Sí, desde los diez años. Qué interesante. Pues cuando quieras te vienes y te maquillo, si tienes un evento, o una presentación de un libro, tú me buscas y yo te pinto. Gracias. ¿Y qué escribes? Relatos. Ahora estoy empezando una novela, pero no tengo mucho tiempo y .... y me pregunto qué hago yo dándole explicaciones a esta chica, que  muy amable, sí, pero que no conozco de nada. 

Tienes los ojos cansados, hay que darte luz. Entonces me lleva a una estantería y me dice, mira, esto lo uso yo, te voy a explicar cómo se pone. Es un corrector de ojeras. Cierra los ojos. Me aplica un poco. Ahora mira para abajo. Ahora para arriba. Así. Perfecto. Mírate en el espejo. Ahora sí, qué luminosidad. Te hacía falta, ¿no lo has usado nunca? No, ya te digo, soy algo desastre.

A esto que vuelve la señora rubia con un papel en el que ha escrito Isasaweis. Es divina. ¿La conoces? No. ¿No conoces a Isasaweis? pregunta como si fuera un sacrilegio mi negativa. No. Insisto. Pues te va a cambiar la vida, a mí me la ha cambiado. Es una chica, que se llama Isabel, y que se ha hecho a sí misma, tiene un niño, una página web, ¿tú tienes internet? Claro, respondo. Pues búscala: Isasaweis. La buscaré. Gracias. Ella es Escorpio, prosigue, del 2 de noviembre. ¿Qué horóscopo eres tú? Géminis. ¿Géminis? Ideal. Adoro a los géminis, son muy sensibles, entonces te va a encantar conocer a Isasaweis. Mi hermana es géminis, y mi niño. Yo soy Libra. Ah, digo. Mira, esta chica es Géminis, los géminis son muy artistas, le dice a la otra. Y muy sensibles. ¿A que sí? Asiento sonriendo y le digo que si me puede cobrar, por favor, que tengo que marcharme. Pues tú búscate los vídeos de Isasaweis, que te va a cambiar la vida, mira yo, mira lo bien pintada que vengo, pues antes trabajaba en el departamento de música, diez años estuve allí y llevo sólo dos semanas aquí en perfumería y conocí a Isasaweis por una compañera, y ahora mírame, llevo hasta raya en el ojo de esas que tienen nombre propio. Todo gracias a Isasaweis. No dejes de verlo. Lo haré. Gracias.

Y te vienes por aquí y me cuentas qué tal te ha ido. Y nos visitas. ¿Tú sabes que a Isasaweis la han contratado en Antena 3? Pues a ti te veo firmando libros aquí al lado ya mismo. Ya verás. Y yo te pintaré, añade la otra que se había retirado para atender a otro cliente. Ok, gracias, digo sonriendo. Eres muy guapa y muy joven, así que mírate los vídeos de Isasaweis y un día te pintas a lo Sara Carbonero y otro día a lo Eva González o como tú quieras. Verás que vas a aprender mucho, desde el principio. Isasaweis tiene más de cuarenta mil visitas y ya la conocen en todo el mundo. Vale, pues lo buscaré, gracias. Podrías escribir sobre ella. Te va a gustar su historia. Eres Géminis, muy sensible. Mira, a mí se me ponen los vellos de punta y soy Libra. A un Géminis, imagínate. Claro, claro, resuelvo sonriendo. 

Pues hasta otro día, Isabel, me dice, (me han preguntado mi nombre), que te llamas como la de Isasaweis. Ella es tal y yo soy cual, se presentan. Tú te vienes por aquí, nos buscas y nos cuentas. ¡Aaajáaaa!, digo alargando las "aes", mientras pienso que en cuanto llegue a casa llamaré a mi amiga Men y se lo contaré todo. Lo que se va a reír. Mañana seguiré tirando de la anécdota. Desde luego, jamás me encontré a unas dependientas más amables o más dicharacheras. Terminamos cogidas del brazo, como comadres. Me despidieron cerca de la escalera mecánica que me devovería al garaje. 

¡Suerte!, oí a mis espaldas. Miré. Me decían adiós con la mano. Bajé las escaleras sonriendo. Desde luego, un poco de humor y de cariño me arreglaron este lunes desastroso. (No había cámara oculta).

Puede que la próxima vez que nos veamos, no me reconozcan. Si es así, pensemos que La Bella Aurora e Isasaweis tuvieron algo que ver, y que fue para mejor. 



I.M.G. 

domingo, 9 de octubre de 2011

Detalles de una presentación: Cuando vivíamos aquí (30/09/2011)


Consciente de que he dedicado todas las entradas del mes de septiembre a contaros todo lo concerniente a la presentación de nuestro segundo libro, (Cuando vivíamos aquí),  y que debo retomar otros temas, os cuento cómo fue la tarde/noche del tan esperado 30 de Septiembre, para los puntoyseguido. 

Así lo vivimos, (pero antes los agradecimientos, por supuesto):



Mañana del 30 de Septiembre:


El diario SUR de Málaga, nos dedicó una página completa, (la derecha, la número 47), de la sección de Cultura y Sociedad, en la izquierda, (la 46), se publicaba una entrevista a la actriz Blanca Portillo. El titular: Siete escritores y una casa, por Rafael Cortés. 

"Jóvenes autores formados en un taller literario editan su segundo libro de relatos..."

EL NUEVO LIBRO

Título. 'Cuando vivíamos aquí'.
Edición. Punto y Seguido. 2011.
Autores. Pedro Rojano, Andrea Vinci, Miguel Núñez, Mauricio Ciruelos, Isabel Merino, Loli Pérez, Inmaculada Reina.
Presentación. El nuevo libro de relatos se presenta hoy, en el Ateneo de Málaga (C./ Compañía, 2), a las 20.00 horas.


La noticia completa podéis leerla AQUÍ, ya que también salió en formato digital, en la sección de Cultura.


Fotografía de puntoyseguido tomada en Cabra (Mayo 2011)


La Revista de Mijas "Míjate", también nos dedicó un hueco en papel y en versión digital. Podéis pinchar en este enlace, para acceder a la revista.

Además, varios compañeros y amigos, publicitaron la presentación de nuestro libro en sus blogs. A tod@s:

  MUCHÍSIMAS GRACIAS POR EL APOYO


No tengo por costumbre salir a desayunar en el trabajo, lo que no implica que no desayune, sólo que lo hago en el archivo de Contabilidad, donde hemos habilitado un espacio para desayunar sin tener que salir fuera. Sin embargo, ese 30 de septiembre, decidí salir a desayunar con una compañera y así poder aprovechar para echarle un vistazo al SUR y para responder a las llamadas telefónicas que no podía atender en mi horario laboral. Tampoco suelo tomar café por las mañanas, pero me tomé un descafeinado, así... a lo loco. En el sobrecito de azúcar que me tocó en suerte, venía una frase de Torrecillas: 

Cuando hay tormenta los pajarillos se esconden, pero las águilas vuelan más alto

Lo guardé por si ocultaba un significado oculto que algún día podría enlazar con el día de hoy. Aún no he encontrado el enlace, pero se aceptan sugerencias. 

Por lo obvio, no contaré el resto de horas hasta que salí del trabajo. No sé si he estado tan nerviosa alguna vez, imagino que sí, pero no sé si me jugaba algo tan importante para mí. Preferí no indagar en mi memoria y disfrutar el momento, o de mis nervios. 


Tarde/Noche del 30 de Septiembre de 2011:

Bajé en autobús al Centro de Málaga, sola, con mis nervios, mi ilusión, mi cámara de fotos y mi bolígrafo Parker de color fucsia. El billete me costó 1,20€. El número del autobús, el mismo que el de los componentes de puntoyseguido: 7. Eran las 17:45 y había quedado con mi grupo en las puertas del Ateneo de Málaga a las 18h. El bus era el 494. Pupitre: 592. Nº de Serie: 163045. Cuando se trabaja con números, es difícil no fijarse en ellos y hacer algún tipo de cábala que pueda orientarte hacia lo que ha de traerte el destino. Me leí la parte de mi presentación y me convencí de que iba a hacerlo bien: No voy a leer rápido, me dije cuando bajé en la Alameda. Llegué a la Plaza de la Constitución cruzando Calle Nueva. El escenario estaba preparado para presentar el nuevo equipo de Baloncesto del Unicaja. Vi a un par de jugadores. La gente se arremolinaba alrededor de ellos. Llegué a la puerta del Ateneo. Allí estaba el cartel que anunciaba el evento. Nuestro evento.



Los minutos previos a la presentación los pasamos organizándolo todo para que no quedara un detalle suelto. Lo primero es agradecer a Vicente e Inés su inestimable ayuda y entrega, así como al Ateneo, por su apoyo y confianza en nuestro proyecto, y en nosotros.

Os dejo un resumen de la presentación a través de unas cuantas imágenes, en esta ocasión no quiero extenderme en palabras:

Salón de actos del Ateneo
Loli, Miguel, Inma, Andrea e Isabel


Libros publicados por puntoyseguido
Prueba de Luces y Sonido



Un momento de la presentación


Contestando preguntas del público

Aforo completo
(Ilustradoras en 1ª Fila)
La firma de libros se alargó hora y media

El apoyo incondicional de mis amigas: IMPAGABLE.

puntoyseguido

Todos tenemos sueños. Algunos varían a lo largo de la vida. Otros se complementan. Otros se suceden y algunos se abandonan. Yo siempre quise escribir. Durante unos años, abandoné mi sueño, y con él, mi vida se fue al traste. Fue cuando lo recuperé que cada pieza volvió a encajar. Soy feliz cuando escribo. 

Coincidiendo con la muerte de Steve Jobs, (D.E.P.), hace un par de días, alguien me envió el discurso que dio en 2005 en una Universidad, y que ha dado la vuelta al mundo. Aquel año, el 2005, fue un año "horríbilis" para mí. Me habría venido bien leer ese discurso entonces, pero sin embargo agradezco que no me llegara en aquel momento si no en este. El discurso de Steve Jobs comienza con una sugerencia "Tienen que encontrar eso que aman". Si hubiera leído este discurso entonces, no habría encontrado nada. Tal era mi fe en las cosas y en el destino. Ahora, años después, me doy cuenta de que eso fue lo que hice, tratar de encontrar aquello que amaba. No fue fácil. Tuve que reencontrarme, volver a ser yo. Y surgió. Volví a escribir. No he dejado de hacerlo. Y ese 30 de septiembre que acaba de pasar hace una escasa semana, es la prueba de que sigo en el camino correcto, en el camino que siempre quise recorrer, el camino de las letras. Esta errata de ciencias, ha cumplido un sueño, (uno más), y ha vuelto a creer en la magia. 

Recupero un extracto del discurso de Jobs que dice así:

...no pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro; solo pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos, de alguna manera, se conectarán en su futuro. Tienen que confiar en algo, lo que sea. Nunca he abandonado esta perspectiva y es la que ha marcado la diferencia en mi vida...

Permitidme recuperar alguno más: 

...Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas, no vivan con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencie su voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, porque de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.

..."Sigan hambrientos. Sigan alocados".


La noche del 30 de septiembre concluyó con una cena entre los miembros de puntoyseguido y sus amigos 
más íntimos, por supuesto, varios ejemplares de Cuando vivíamos aquí, se vinieron con nosotros.


AGRADECIMIENTOS:  

A tod@s los que nos seguís y nos apoyáis, no sólo en este momento, si no en todos los caminos que nos llevaron hacia esta noche, y en todos los que siguen después de ella: GRACIAS. 

Quiero dedicar esta entrada y todo lo que sentí aquel día a mis amig@s y compañeros de puntoyseguido, si no fuera por ellos, no sé dónde estaría, pero desde luego, no cumpliendo grandes sueños como este:


GRACIAS A Pedro Rojano, Inmaculada Reina, Loli Pérez, Mauricio Ciruelos, Andrea Vinci y Miguel Núñez. 


Gracias especiales a los amig@s y familiares que me acompañaron esta noche. Hoy quiero nombrarlos por su nombre, y  espero no dejarme atrás ninguno, (entre ellos antiguos compañeros del taller Paréntesis, antiguos compañeros del Colegio Manuel Siurot, del I.B. Pablo Picasso, de la E.O.I, de La General de Granada y de Ziur, compañeros de Vera, seguidores de Mecano, amig@s de toda la vida, tíos y primos):

Sonia Vellón, Susana Lorente, Noemi García, Arantxa, Ana y Maribel, Sandra, Alfonso Roldán, Loli Luque, Maite Galindo, Juan Bandera, Fernando Aranda, Nuria Velasco, Gema, Antonio De la Calle, Fernando, Tita Conchi, Tito Ángel, Tita Vitoria, Mis padres, Nuria Ruiz Moreno, Javi Puyó, Medi, Patricia Monteagudo, Gema Bernal, Nuria Fernández, Belén Galdeano, Mercedes Cárdenas Morales, Cayetano y Mónica Armada, Miguel Ángel González, José Luis, Amalia, Rafael Caumel, Esther Huertas, (esa vieja amiga que cuando tenía 10 años me sugirió que escribiera todas aquellas historias que le contaba. Escribo desde entonces).

A Men. A Pat. A Belén. (Ellas saben).

A mis hermanos y a mi prima Maribel (Aunque no pudieron venir).

A mi Tata y a Angelita. (Por toda una vida)


A mis sobrinos (porque los adoro).

A los que quisieron estar y no pudieron.



A vosotros, todos, GRACIAS.




 


I.M.G. 
puntoyseguido



domingo, 2 de octubre de 2011

Cuando vivíamos aquí: Videos proyectados en la presentación

puntoyseguido
(Isabel, Andrea, Miguel, Pedro, Mauricio, Inmaculada y Loli)

En esta ocasión, voy a dejar imágenes en lugar de palabras. Os dejo enlaces a los vídeos que proyectamos en la presentación de nuestro libro CUANDO VIVÍAMOS AQUÍ, el pasado viernes 30 de Septiembre. En un par de días os contaré todos los detalles de la presentación. Hasta entonces: GRACIAS A TOD@S por vuestro apoyo incondicional, por vuestros ánimos, por leernos y por sugerir que nos lean. 

Videos realizados, editados y grabados por puntoyseguido, (pinchad en los siguientes enlaces):




Si no podéis ver el contenido de los vídeos en algún enlace y estáis interesados en verlos, podéis verlos en nuestra página de puntoyseguido en facebook. Agregadnos como amig@s. Será un placer contar con vosotros.


Video con el que se inició la presentación: 



Si quereis contactar con nosotros a través de correo electrónico, hacernos una sugerencia, crítica, o petición de un ejemplar de nuestro libro, (Contra reembolso. Precio 12€ más gastos de envío), esta es nuestra dirección: 

puntoyseguido_escritores@hotmail.com

Una vez más, gracias por estar ahí, y por hacernos creer de nuevo en la magia. Sin duda, existe, y se manifiesta cuando se cumplen los sueños. Nosotros cumplimos uno el viernes día 30 y vosotros formáis parte de él. Gracias. 

I.M.G.
(puntoyseguido)