martes, 21 de agosto de 2012

El valle del Loira (Val del Loire) 1ª Parte

Cuando comencé a planear el viaje de este verano, sólo tenía una cosa en mente, quería ver palacios, castillos, alquilar un coche y recorrerme pueblitos perdidos por algún país europeo, como hice el año pasado cuando me recorrí La Toscana italiana. El azar, o el Google, la memoria, o alguna palabra capturada al vuelo, me dieron la clave: El valle del Loira, (Val del Loire),  en Francia. 



El valle del Loira, corazón de la "dulce Francia",  es un rectángulo geográfico de veinte mil km cuadrados, todos ellos situados a lo largo de un río y sus afluentes, y en él se concentran más de una centena de castillos y fortalezas salpicados en unos valles de cielos azules declarados patrimonio de la Humanidad. 

Consciente de que no podíamos verlos todos, y porque además quería volver a visitar París y Eurodisney, decidimos escoger de entre todos los castillos, aquellos que más nos apetecían ver y los que consideramos que eran probablemente de los mejores, (difícil elección), y así, visitamos: Chambord, Chenonceau, Cheverny, Blois, Clos Lucé, Amboise, Villandry y Ussé. Para ello viajamos a Amboise, a Tours y a Blois, y desde allí hicimos aquel fantástico y mágico peregrinas por tierras francesas que alguna vez fueron dominios ocupados por los Reyes y su corte. Sin tratar de extenderme mucho en cada uno de ellos, aunque lo merecen, os cuento:

Así, el pasado 5 de agosto, viajamos de Málaga a París-Orly y desde allí cogimos un tren, (tipo novela de Agatha Christie, ya me veía ayudando a Poirot a resolver un crimen, que gracias a D. no sucedió), y atravesamos lo que yo llamaba la campiña francesa. Me gusta usar esa palabra: campiña. Cúmulos de nubes grises y rechonchas nos acompañaron todo el camino hasta llegar a nuestro destino, dos horas y pico más tarde: Amboise. 

Amboise no es una ciudad muy grande, pero es bastante pintoresca, que conserva un aspecto medieval y una riqueza monumental impresionante, y además es dueña de dos de los castillos que íbamos a visitar: Amboise y Clos-Lucé, en el primero está enterrado Leonardo Da Vinci y en el segundo vivió Leonardo y guarda muchos de sus inventos y maquetas de los mismos. 


Amboise- castillo de Amboise- tumba de Da Vinci


Ya he dicho que nos acompañaron nubes hasta nuestro destino, ahora toca comentar que quisieron descargar parte de su furia sobre la ciudad el mismo día que la visitamos, así que nos vimos obligadas a llevar paraguas, a andar con cautela sobre suelos resbaladizos y que debido al torrencial de agua que cayó a mediodía, ( y al frío, que lo hacía), apenas pudimos disfrutar de los jardines del castillo de Clos-Lucé porque estaban medio inundados, y claro, con la maleta a cuestas, (suerte de consigna gratuita en ambos castillos), y las chanclas de verano, se hacía complicado caminar fuera de las fortalezas, que a bien decir, están estupendamente conservadas, y que merecieron el viaje hasta allí. 




Podría hablar largo y tendido de las historia de ambos castillos, que si el de Amboise fue devastado en varias ocasiones por los normandos, que si a partir de 1431 fue parte integrante de las propiedades de la corona, que si bajo el reinado de Enrique II vivió allí Caralina de Médicis que adoraba el castillo, que si Leonardo Da Vinci está enterrado allí en la capilla, etc etc, pero es que eso me llevaría páginas y páginas del blog y si empiezo así, a ver quién sigue leyendo, ¿no? Así que me limitaré a decir del castillo de Amboise que merece una visita, tanto él como la ciudad, y que sin duda el Clos-Lucé, de ladrillo rojo y piedra blanca y su parque Leonardo Da Vinci, son imprescindibles de visitar. Da Vinci se entregaba en este castillo a la geometría, la arquitectura, la urbanística y la ingeniería hidráulica. En sus salas pude contemplar el primer esbozo de bicicleta y hasta el del primer coche. Este hombre, queridos amigos, como todos sabemos, era un genio. Y recorriendo los pasillos de Clos-Lucé, no hay quien lo ponga en duda. 

Cartel del Valle del Loira en la estación de Amboise

No era aún la hora de merendar cuando bajo los efectos de la lluvia decidimos marcharnos de Amboise. Antes fotografié casas construidas en la montaña, jardines verdes de árboles altos, lagos inundados de niebla, franceses altos y guapos, turistas comiendo a deshoras, cristaleras de colores, casitas de cuento, pero de cuento de verdad. Al fin nos dirigimos a la estación, ya apenas llovía aunque seguía haciendo fresco,  donde esperamos el tren junto a un nutrido grupo de ciclistas entrados en edad, matrimonios franceses casi todos, (es muy común ver ciclistas por todo el valle del Loira, ya que son muchos los que eligen este medio de locomoción para visitar los castillos y toda la zona). Un tipo de pelo largo y barba que buscaba su propio ombligo, daba gritos y reía como un loco, nos pedía en francés que no nos asustásemos, y se levantaba, se reía a grito pelado, y sacaba los ojos de sus órbitas mientras mostraba los dientes, volvía a sentarse y a regodearse en sus carcajadas. Los matrimonios franceses huyeron. Poco a poco, nos fuimos alejando de él, pero aún podíamos oírlo. Apareció un tipo que parecía un marine americano, aunque... le fallaba la altura. Al fin apareció el tren y todos subimos a él. 

Nuevo destino: Blois, cuna del rey Luis XII, del físico Denis Papin, inventor de la máquina a vapor y del historiados J.N. Agustin Thierry. Pero, esto amigos, os lo contaré ya el próximo día. ¿Quién dijo que los girasoles sólo habitan engalanan a La Toscana? El Valle del Loira está repleto de ellos, todos altos, amarillos, solemnes, mirando al sol, iluminando los caminos. Alegrándonos la vista. La vida.

Castillo de Blois

I.M.G.
Fotofrafías de Isabel Merino
@isamerino

miércoles, 1 de agosto de 2012

Cuaderno de notas

He visitado varias casas de escritores, la mayoría, por desgracia, fallecidos hace tiempo, pero sus escritorios están intactos en sus casas intactas, expuestos al público. Y nadie escribe ya nada sobre ellos, ni guarda nada en sus cajones cerrados. Suelen estar cerrados. Nunca me he atrevido a abrirlos, ni siquiera a tocarlos. 

Escritorio de Jane Austen
Chawton (Alton)
Inglaterra
Escritorio de Lorca
(Granada)
No podría haber abierto el cajón del escritorio de Jane Austen, por ejemplo, ya que no era un escritorio donde solía escribir, sino una mesita de madera donde no cabía la distracción ni el esconder nada. 
Tan sólo una mesa.
Una mesa donde creó y reescribió sus grandes obras maestras. 

Pero sí podría haber abierto, a hurtadillas,  el de Robert Louis Stevenson, o el de Federico García Lorca, sin embargo no lo hice. 
No dudéis de mí. 
De todas mis visitas volví con el gran interrogante no resuelto: ¿Qué esconde un escritor en el cajón (nes) de su escritorio (s)?

A mí me gusta pensar, y no creo que me encuentre muy lejos de la realidad, ni que fabule, que dentro de ellos, sino ahora alguna vez, se encontraban sus cuadernos de notas. Y es de esos cuadernos de notas que nos acompañan a todos los que escribimos, a los que quiero dedicar esta entrada. 

Cuadernos Moleskine

Lo primero que se me viene a la cabeza al hablar de los Cuadernos de notas, es un artículo leído en la web de Letras libres sobre el Cuaderno de notas de Anton Chèjov, por Patricio Pron en Abril de 2009. (Pincha aquí para leer el artículo). En este libro se pueden leer las notas tomadas por Chèjov entre 1891 y 1904, año de su muerte. Son esbozos que fueron escritos para su uso personal y privado, sin la intención de ser publicados en el futuro. Pero el futuro llegó y los sacó a la luz y ahora podemos ser testigos de su sentido del humor melancólico y escéptico, entre otras cosas. ¿No es eso entrometerse demasiado en la vida del autor? Supongo que sí. Al final todos somos curiosos y cruzamos la línea.¿Merece la pena hacerlo? ¿Es diferente el autor cuando escribe para el lector que cuando escribe un cuaderno de notas para sí mismo?  

Lo he visto todo. No obstante ahora no se trata de lo que he visto sino de cómo lo he visto, escribió Chèjov. 

Tras repasar mentalmente algunos escritores cuyos cuadernos de notas también se han hecho famosos, (cito por ejemplo a Agatha Christie, a Hemingway, a Henry James, a Virginia Woolf,  etc etc), me vienen a la memoria ciertos personajes dedicados al arte, que no a la escritura en sí, que también guardaban cuadernos de notas en sus cajones: Van Gogh, Picasso, Leonardo Da Vinci, etc etc. 



Pero ¿qué se escribe en un cuaderno de notas? Pues se escribe de todo, ciertamente, anotaciones dispersas sobre un viaje a realizar, o sobre un viaje realizado, sobre personajes que tomarán vida en una novela, frases de otros autores, pensamientos, dibujos, fotografías pegadas, esbozos de diarios o de conversaciones, también por qué no, borradores de grandes obras maestras, comienzos y finales de un cuento, sueños o pesadillas nocturnas, declaraciones de amor inconfesables, inventos que algún día podrían ver la luz, palabras sueltas e inconexas, lágrimas resecas, hojas en blanco, letra apretada, resuelta, divagaciones, garabatos... 

Todo cabe, todo se permite, como en nuestra imaginación,  en un Cuaderno de notas.

Con mi cuaderno de notas
V Congreso puntoyseguido
Cabra 2012
Os dejo algunas de mis últimas anotaciones del cuaderno de notas que comencé a escribir en enero de este año y que aún está inconcluso. La mayoría de los días, este cuaderno o Notebook,  duerme en el cajón de mi escritorio, aunque a menudo, lo saco a pasear. Es buena compañía.

29/01/2012: 
Escribir carta de amor para el concurso DIME QUE ME QUIERES 2012, (preparación e ideas). Podría ser una escritora que se enamora de su personaje o una chica, meteoróloga, me gusta la meteorología, que está enamorada de su vecino. La historia puede transcurrir el día antes de la boda del personaje principal. Se plantea si casarse o no porque está enamorada de su mejor amigo, el vecino, y no de su novio. Trata de quemar el último cartucho. Alguien siempre sale herido en una situación así.

Nota: Escribí la carta de amor, la titulé Un frente frío, y la envié al concurso el 14/02 de 2012. Resulté finalista del mismo. El relato comenzó en mi cuaderno de notas. 


02/02/2012:
Era la misma (Margaret Dumont) fuera del escenario que dentro de él, una matrona estirada y muy digna. Y lo más gracioso es que nunca comprendió mis chistes. Sólo decía: Oh, eres adorable.
(Groucho Marx)

07/03/2012:
Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado (Maupassant). Puedo usar un pasaje de este tipo en el cuento, ¿en un diálogo? ¿tal vez acción sin explicación? Dejarlo en stand-by, pero me gusta la idea del beso robado.

18/05/2012, 20:20h:
Andrea no contesta y la señal de WiFi parece llegar mejor. Ya nos hemos tomado los cafés Mauri y yo, (Capuccinos, mmmm, qué ricos, con espumita y canela), por 2,10€. Mauri dice que si en el año 94 me hubieran dicho que iba a pagar casi 400 pesetas por un café, no lo hubiera creído. Es cierto, no lo hubiera creído o no hubiera creído que iba a poder pagarlo, pues por 600 pesetas más me podría haber comprado un disco LP. No lo hubiera creído ni en el 94 ni en el 2000.

06/06/2012:
Una frase que le podría venir bien a algún pasaje de mi novela. Es de Kahlil Gibran. El amor no ha conocido su verdadera profundidad has a el momento de la separación.

14/06/2012:
Leo...... cambiar nombre
Alicia......cambiar nombre
Sara...... se puede mantener
Óscar.... se mantiene.

05/07/2012:
Análisis del libro La Delicadeza, de David Foenkinos, (ir al estreno de la peli y escribir luego en mi blog sobre ello).
Capítulo 1: Presentación de Nathalie, la protagonista. 1 Folio. Página 9.
Capítulo 2: (págs 10 a 14,5), presentación del que parece coprotagonista y de cómo se conocen él y Nathalie, cómo quedan por primera vez, y se enamoran, pues en un par de detalles deja ver que son el uno para el otro.
...

 Si no tenéis aún cuaderno de notas, yo os recomiendo que os busquéis uno, hay de todos los tipos, para todo los tipos, seguro que encuentras la tuya. Si ya la tienes o usas, y guardas en un cajón, comparte algún pasaje conmigo. Soy curiosa, como todos.

Felices Vacaciones. Yo me voy a Francia, a recorrer el Valle del Loira, a visitar París de nuevo, (nunca se puede renunciar a este placer), y antes de volver, me dejaré engatusar una vez más, por la magia de Disney, a ver si esta vez soy capaz de hacerme una foto con Mickey. Ya os contaré. Os veo a la vuelta.
Felices escrituras. Felices Lecturas. Felices proyectos. Felices días a tod@s.



I.M.G.
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